“Nacieron en una playa dos extrañas tortugas gemelas, pues tenían: dos patas traseras, un ligero caparazón verde turquesa y ¡dos aletas grandes para volar!”.
Dos tortugas marinas, aladas y mágicas, nos invitan a recorrer los siete mares y algunos paisajes latinoamericanos en esta novela, de Luz Cejas Rosado de Aracena y enteramente ilustrada por Rosario Moyano.
Escrita en muchas partes de manera rimada, un género muy difícil de lograr, Luz nos invita a recorrer una infinidad de paisajes, mágicos y cotidianos, acerca de un tema que a todos los bolivianos nos produce curiosidad: la vida marina:
“En una playa lejana, arrullada por el mar, una tortuga marina verde de claro mirar, se asomó a la rivera, con su lento caminar; buscaba un sitio en la arena, muy cerca de un manantial, vio que el lugar era adecuado, luego empezó a cavar, hizo un agujero grande y se puso a descansar”.
Al no tener acceso al mar, existen poemas y cuentos que se refieren a este tema, doloroso para los bolivianos, pero pocos nos invitan a visitarlo y disfrutar de él.
Inspirado en la magnífica obra de Ursula K Leguin. Alagatos, y en los descubrimientos que Charles Darwin hizo en las islas Galápagos, Luz dota de alas a unas tortugas marinas para que éstas puedan cruzar, sin miedo, toda clase de fronteras.
Ellas fueron escogidas para conocer muchos lugares y ayudar a formar el futuro país de las tortugas.
Para ello, deberán conocer distintos escenarios: barcos piratas, palacios cristalinos donde cantan sirenas, caballitos y estrellas de mar y hasta pingüinos, orcas y focas.
Luego, las tortuguitas pasarán a la tierra firme, donde verán un sinfín de aves multicolores y maravillosas, desde el cóndor de los Andes hasta el majestuoso quetzal, en un recorrido un tanto apresurado para conocer todas las maravillas de América Latina.
Sin embargo, al final, el noble propósito de las tortuguitas apenas escarba en la superficie de todo lo que hay que mirar y conocer. Funciona como un maravilloso recorrido, un diario de viaje con datos interesantes sobre temas muy diversos, como la formación de las montañas y la forma de vida de los pingüinos, pero peca de lo mismo que algunos documentales de canales como Animal Planet: hay mucha variedad, mucho que ver y poco tiempo para asimilar este torrente de información en un todo coherente.
Destacan sobremanera los hermosos dibujos a lápiz de color de Rosario Moyano. Hay poquísimos ejemplos de fauna marina dibujada en nuestra literatura. Todo el libro se encuentra profusamente ilustrado, invitando a crear y copiar algunas de sus composiciones, coloridas y sencillas.
El mágico vuelo de las tortugas nos invita a acompañar a estas criaturas en su periplo, a maravillarnos ante la naturaleza y a preguntarnos, un poquito, cómo hacer para conservar esta diversidad marina.