Movimientos sociales provenientes de países de América Latina y el Caribe, excepto de aquellos a los cuales les fue negado el visado a Estados Unidos, como los cubanos, se reunieron en Los Ángeles en la Cumbre de los Pueblos, paralela a la Cumbre de las Américas, para discutir sobre temas de interés popular como la democracia, el internacionalismo y el acceso a los servicios básicos.
De acuerdo con los organizadores, el primer día de debates de la Cumbre de los Pueblos fue un gran éxito, porque “personas de toda la región y sectores de lucha se unieron para inaugurar este encuentro histórico”, el cual contrastaron, por su asistencia y masividad, con la que llamaron “cumbre corporativa” que tuvo lugar en el centro de convenciones.
En uno de los paneles, Ana Malinow, Bita Amani, Bill McKibben, Carlos Marroquín, Tynetta Hill-Muhammad y Tania Crombet Ramos (esta última desde Cuba en video, pues no recibió visado para viajar a EEUU) discutieron cómo construir sistemas de salud regionales y nacionales que promuevan la autonomía y la dignidad.

Esta sesión levantó ejemplos de solidaridad social y de luchas que combaten la privatización de la sanidad y por un mundo en el que la salud sea una prioridad para todos.
Por su parte, en el panel “Solidaridad más allá de las fronteras” el delegado por el Congreso de los Pueblos, Leonardo Luna Alzate, compartió perspectivas sobre cómo desarrollan la solidaridad a través de las diferencias y se tomó un momento para honrar a los muertos en la lucha: “¡Por nuestros muertos, no un momento de silencio, sino toda una vida de lucha!”.
En una de las actividades centrales de la jornada, la plenaria “La lucha por la democracia” abordó los desafíos de las luchas en la región por la democracia y la falta de autoridad moral de Estados Unidos para exigir algo, en ese sentido, a los países de América Latina.
Los participantes cuestionaron que si “en Estados Unidos se ataca el derecho al voto y en todo el continente americano, Estados Unidos utiliza su fuerza para socavar los esfuerzos de los pueblos latinoamericanos y caribeños por construir la democracia desde abajo. ¿Cómo puede entonces Estados Unidos pretender ser el defensor de la democracia en todo el mundo?”.
FUENTE: TELESUR