La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) reanudó este miércoles su evaluación para decidir si aprueba el uso de la vacuna de Moderna contra el COVID-19, bajo la presión de los países de la Unión Europea enfrentados al recrudecimiento de la pandemia y a la lentitud de la vacunación.
La epidemia sigue agravándose tras las fiestas de fin de año, en particular en Estados Unidos, que el martes anunció un nuevo récord de fallecimientos en 24 horas con más de 3.930 muertos, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins, que indican además 250.000 nuevas contaminaciones.
El país es el más afectado en el mundo por la pandemia (357.067 muertes), que ya dejó un total de 1,85 millones de muertos.
En los servicios de urgencia de Los Angeles empezaron a racionar el oxígeno y las camas y pidieron a las ambulancias que no traigan al hospital a pacientes que sufrieron un ataque al corazón y cuyas probabilidades de supervivencia son casi nulas.
El 21 de diciembre, la EMA autorizó la vacuna Pfizer/BioNTech, a la que la Comisión Europea dio inmediatamente luz verde y que sigue siendo la única autorizada en Europa.
Ahora deberá decidir si autoriza la vacuna de Moderna, una compañía biotecnológica de Estados Unidos dirigida por el francés Stéphane Bancel.
«La reunión del comité de medicina humana de la EMA para discutir la vacuna COVID-19 Moderna ha comenzado. Comunicaremos el resultado», dijo la agencia europea en Twitter el miércoles.
La Agencia había adelantado la reunión de su Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) prevista inicialmente el 12 de enero.
La vacuna de Moderna ya recibió la aprobación de emergencia de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) el 18 de diciembre, una semana después de que Pfizer-BioNTech recibiera la misma autorización. Canadá siguió los pasos de Estados Unidos el 23 de diciembre.