La instalación denominada ‘Arpa popular de sonidos’ (versión telar) conecta los paisajes vibrantes ancestrales con la naturaleza. La muestra consta de 28 cuerdas y se exhibe en el Centro de la Revolución Cultural (CRC) hasta agosto.
Varias culturas del mundo relacionan al telar como un transmisor de mensajes entre comunidades, por ello el artista Ezequiel Rodríguez con el apoyo de Daniel Bargach, en el diseño sonoro y Adrián Rodríguez, en el software y desarrollo electrónico, pusieron en escena una instalación sonora electrónica y visual para que las personas puedan interactuar con la pieza.
“Queremos que la gente toque la pieza y se involucre con los sonidos, es una forma de transmitir mensajes o vivencias propias de la cultura boliviana”, destacó Rodríguez.
La instalación tiene el fin de producir diferentes sensaciones; por ello, cada cuerda fue diseñada con un sonido distinto parecido a cualquier instrumento musical.
Proyecto en desarrollo
Rodríguez contó que el proyecto fue diseñado hace más de 10 años. La primera versión se elaboró en 2012 junto al colectivo artístico La Paz Stencil en la calle Jaén. La estructura, al principio, tenía otra forma y generaba multicanales de sonidos.
La muestra se exhibió en 2019 en el andén de la estación Roja de Mi Teleférico. La nueva versión que está disponible en el Centro de la Revolución Cultural es una conjunción de sonidos que están ordenados para generar la resonancia acústica que produce el arpa.
El diseño original de 2012 sufrió varios cambios e incluye un moderno sistema electrónico. “El sistema electrónico 3.0 tiene un sistema con placas arduinos y es manejado por una computadora”, agregó el artista.
Rodríguez contó que, si bien el telar se caracteriza por la transmisión de mensajes, el arpa tiene muchos sonidos de varios ambientes.
La instalación además tiene el objetivo de generar cantos indígenas, sonidos de la naturaleza para sentir otro tipo de experiencia sensorial.
La muestra permanecerá en el Centro de la Revolución Cultural hasta el 21 de agosto. “Invitamos a las personas a que visiten e interactúen con el arpa, que se animen a tocarla”, añadió.